Quizá la imagen más común de un transformador la podemos ver en la calle, en lo alto de algunos postes de luz. Estas herramientas con apariencia de cajas son –a grandes rasgos– las responsables de una distribución eficiente, barata y segura de la energía eléctrica, desde el punto de suministro hasta la comodidad de nuestros hogares, sin importar lo alejados que estén.
No obstante, hay muchos tipos de transformadores (basados en los mismos principios), que se pueden emplear en las grandes industrias o para cargar un teléfono celular.
Se trata de herramientas que regulan las diferencias de potencia o corriente que existen en las líneas de provisión con el fin de que la energía pueda ser utilizada sin riesgo para el usuario o los equipos que se van a conectar.
¿Cómo funciona?
Según un artículo publicado en el portal del programa español de educación sobre energía, Endesa Educa, un transformador se define como una máquina estática de corriente alterna que permite variar alguna función, ya sea de voltaje o intensidad, manteniendo la frecuencia y potencia constantes.
Se compone generalmente de un núcleo y al menos dos bobinas: una primaria, donde se aplica la tensión de entrada, y una secundaria, que recibe la tensión de salida.
El principio básico bajo el cual trabaja es el siguiente: convierte la energía que le llega a la bobina primaria en magnetismo, para después volver a transformarla en electricidad, en las condiciones deseadas, hacia la bobina secundaria que le da salida.
Los transformadores –explica el texto– pueden clasificarse en dos grandes grupos, los de potencia, que sirven para variar los valores de la tensión, y los de medida, que varían los valores de grandes tensiones para poderlas medir sin peligro.
Aplicaciones
Principalmente utilizados en la red eléctrica, los transformadores primero elevan la tensión para reducir las pérdidas en el transporte de energía y posteriormente la aminoran hasta llegar a los valores adecuados con los que se puede trabajar sin riesgo para el usuario.
Los vemos en acción también en la mayoría de los electrodomésticos que trabajan a tensiones inferiores a la suministrada por la red eléctrica.
Por último, está el diferencial, un dispositivo de seguridad eléctrica del hogar que utiliza transformadores para comparar la intensidad que entra con la que sale. Si la diferencia es mayor a 10 mA desconecta el circuito, evitando que podamos sufrir lesiones.